viernes, 17 de junio de 2011

El impacto sociocultural del fútbol: El Harpastum Romano y la disciplina militar

“Mens sana in córpore sano”: Juvenal. En el artículo de la semana pasada hablaba del epislcyros griego y comenzaba la nota hablando de los deportes que surgieron del mediterráneo. Con la conquista de Alejandro Magno del Medio Oriente y el norte de África, es muy probable que los griegos adoptaran el juego de pelota practicado en Egipto, aunque no tengamos la certeza. O hayan incluido ciertas características de este deporte.

Sea o no seguro este dato, los romanos en la conquista de Grecia en el año 146 a. C. fusionaron el juego con el de ellos a fin de crear el Harpastum o Juego de la Pelota Pequeña. Esta era una pelota dura probablemente del tamaño y con la solidez de una pelota de béisbol. Este deporte se desarrollaba sobre un campo rectangular y que constaba por dos equipos de jugadores que podían eludirse, mandar pases y marcar circulando la pelota por la última línea del campo contrario de modo similar al rugby, lo que es un equivalente de atravesar las líneas enemigas. Por lo que parece, en algunos juegos, podían participar cientos de jugadores. Era un deporte increíblemente rápido y físico donde estaba permitido derribar al rival. Hay que recordar que el epislcyros jugado en Esparta contaba con la presencia de violencia en el terreno de juego y siendo los romanos otro pueblo guerrero dedicado al dios Marte pues no era de extrañar que contara con la misma agresividad incluyendo velocidad, agilidad y esfuerzo corporal.

Hay que recordar como a los romanos les gustaba entretener, “al pueblo pan y circo”. Y este deporte no estaba ajeno, su objetivo entretener pero también era entrenar y mantener en forma física a los soldados junto con su espíritu aguerrido.  Y como dije con antelación, la violencia era tal que tras el juego algunos hombres podían morir y otros quedaban heridos. Es muy probable que este deporte se practicara sobre barro o césped ya que los jugadores frecuentemente terminaban en el piso. Son poco conocidas las reglas de este deporte, sin embargo parece que guardó un parecido notable  con el Fútbol Americano y el Rugby y es muy probable que hayan sido los mismos romanos los que introdujeran este deporte en las Galias y las Islas Británicas.

De hecho, Julio César fue un gran animador e impulsor de este deporte e incentivaba su práctica a las tropas entre una batalla y otra. Existe un escrito en el cual se afirma que el conquistador observando poca vehemencia en el juego presionó a uno de sus generales a cargo para que aumentara el nivel de violencia en el mismo ya que le parecía insuficiente afirmándole además que no lo prohibiría y limitaría su práctica a las mujeres. Lo anterior quedaría como constancia histórica de la presión ejercida sobre un técnico y la primera influencia política sobre el mismo. Muerta la República y con el inicio del imperio, los emperadores incluyeron este deporte como parte del entrenamiento militar. Y es que hay que tener en cuenta que las campañas podían durar largos años y que no era fácil entretener y mantener motivadas a las tropas. La mayoría de los soldados sabían que no volverían a ver nunca sus hogares. Como consecuencia a la fuerza del ejército romano y a la extensión del imperio a lo largo y ancho del planeta, los mismos soldados diseminaron el Harpastum por todos los lugares donde se encontraban. A tal grado que éste se hizo popular en las poblaciones locales. Como mencioné antes, este deporte fue llevado por los romanos a Bretaña entre los siglos VI y VII de nuestra era.

Historiadores como Wilfred Gerhardt consideran dudoso que pueda considerarse al Harpastum como precursor del fútbol, al igual que el Hurling, el cual era muy popular entre los pueblos celtas y que hoy en día todavía se juega en Irlanda. Y de cierta forma tiene razón Gerhardt ya que el uso del pie era tan infrecuente que es muy relativa la consideración  de su ascendencia en el fútbol. Los romanos comenzaron a denominar con el nombre de pila al balón, éste con el tiempo se transformaría en pilotta. Por su parte en Grecia era denominada esfaira, que obviamente quiere decir esfera. También existe la creencia de que el Harpastum, era una versión romanizada de un juego griego denominado Phaininda. Éste debe haberse jugado en tierra o en césped, no en una cancha, ya que los jugadores frecuentemente terminaban en el piso. Una vez en Grecia, un espectador se quebró una pierna cuando lo agarraron en el medio del juego.

Como conclusión se puede decir que tanto el Harpastum romano como el Epislcyros griego fomentaban la competencia y rivalidad mediante la velocidad, agilidad y destreza física. Pudiendo tener a la violencia como un factor fundamental en especial en el primero o en algunas variantes del segundo al ser practicado en estados con naturaleza bélica como era Esparta, Ares y Marte se unen para que este deporte mantenga la disciplina militar y entretenga a los soldados en tiempo de paz. Pero también para introducir este deporte en las provincias conquistadas como en el caso de las Galias o en las mismas islas Británicas, de ahí que en los siguientes capítulos hablaré sobre el Soule, o mejor conocido como el juego de pelota francés durante la Baja Edad Media, y el fútbol de Carnaval británico.

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